¿Te cuesta reconocer tus logros?

¿Te cuesta reconocer tus logros?

¿Te ha pasado que te planteas una meta y cuando la alcanzas no obtenés la satisfacción o resultado que esperabas?


¿O tal vez te frustrás en el camino porque sentís que no avanzas y por ende "abandonás el barco"?


Esto lo veo constantemente en mis pacientes cuando están ceñidos con una meta u objetivo que por lo general tiene una motivación externa, es decir cuando lo que los mueve a cumplir lo que se plantearon no viene desde adentro sino que está motivado por algo o alguien más.


Un ejemplo clarísimo de esto es nuestra sociedad, una sociedad que premia la delgadez, que alaba al que parece estar más ocupado, que reconoce al que recibe un mayor salario, que humilla y critica a quienes no calzan con el "ideal".


¿Entonces qué pasa? Que nos vemos persiguiendo todas estas metas sin parar por un momento a pensar si realmente son lo que queremos, si resuenan con nuestros valores, con nuestra esencia, y sobre todo en por qué es que las queremos alcanzar.


En este camino insaciable de lograr metas, sea que estén o no conectadas con nuestra esencia, nos podemos perder, nos podemos encontrar sintiéndonos frustrados o desmotivados porque el trayecto ha sido largo, cansado y creemos que no hemos visto resultados.


Soy fiel creyente que muchas veces la causa de esta desmotivación es que estamos excesivamente enfocados en ese objetivo final sin darnos cuenta que lo más lindo de alcanzar una meta es:

- El proceso

- Los logros que vamos teniendo

- Los cambios que vamos percibiendo

- Los aprendizajes que vamos adquiriendo


Y te tengo una noticia, ese punto final, esa gran meta NO existe sin estos pequeños avances en el camino porque esa gran meta es un conglomerado de todos esos pequeños pero poderosos logros.

Reconocer nuestros pequeños logros se puede sentir incómodo al principio pero eso no es nada comparado con la satisfacción, el gozo, agradecimiento, confianza y el placer que lo acompañan.


Y sí, tal vez nuestra naturaleza humana nos hace querer todo para YA, sin embargo eso no significa que nos tenemos que conformar ahí.


En nuestras manos está parar, revalorar nuestros objetivos, y permitirnos reconocer, compartir y celebrar en grande cada logro que vamos teniendo en el camino.


Con mucho cariño,

Fran